domingo, 24 de marzo de 2013

Explorando latitas orientales

He llegado al punto de hacer cosas por ustedes que a mí mismo me sorprenden. La degustación de latitas orientales es una de esas.

Voy seguido al Barrio Chino del barrio de Belgrano, tanto para comer en la barra del supermercado Asia Oriental (sobre la calle Mendoza) como para revisar las góndolas de los tres grandes supermercados de productos asiáticos e importados. 

De tanto pasar caminando al lado de tantas latitas orientales de "vaya-a-saber-qué-sabor-tienen" me tenté y decidí comprarme una de cada una y probarlas. Podía comprarme un par, pero ya que estamos la hago bien y las pruebo todas, y si no me muero, escribo para ustedes.

No me morí. Por suerte.

Primero voy a generalizar un poco sobre los productos consumidos y después, al costado de cada foto, les voy a dar una breve descripción de cada una de las latas. 

Aunque los ingredientes, las marcas y los países de origen sean distintos, se puede decir que todas son dulces, la mayoría tienen el dejo metálico del edulcorante, más de la mitad tienen sabor a Lichi (Litchi chinensis propiamente dicho) y casi todos están en suspensión de un líquido semi-gelatinoso. 

 Arrancamos mal. No me gustó mucho el contenido de esta lata, primero porque te venden en el packaging una sopa rojiza y la servís y parece un guiso de porotos pastoso. Es eso, un guiso que no tiene mucha gracia.
Al margen de la gran mentira entre lo que ves y lo que servís, la sopa tenía algo de sabor. Lo más interesante fue la textura gelatinosa sumada a la cremosidad de los porotos. Es raro, y por eso suma puntos.
Una de las más frutales que probé, con muchísimo sabor a Lichi. La "sopa" es muy cremosa pero, como se ve en la foto, difiere el color del que te muestra la lata. No es una mala compra, pero tampoco me muero de ganas de volver a consumirla.
Guiso dulce de trigo burgol, cremoso, con un dejo metálico por el edulcorante y con sabor a lichi, cosa que no me parece que maride tan bien. Sin el lichi y con un sabor más hacia el lado de los lácteos sería genial.
Creo que es una de las más parecidas entre lo que muestra la lata y lo que tenés cuando lo servís. De sabor no es más que edulcorante con algo de sabor a porotos pero no es una latita que valga mucho la pena probar.

Es una lástima que sea en la que menos mienten con la foto y sea una de las que menos vale la pena.
Cuando la servís no tiene buena pinta, pero es rica. Sopa dulce de porotos negros y rojos, arroz glutinoso, azúcar negra. La verdad, es una de las que tengo en mi lista de Abrir-Cuando-Hay-Hambre-A-Las-3AM.
Imaginate una sopa con sabor a leche, llena de maníes hervidos, que se te deshacen en la boca, como si fuese un puré dulce de maní. Bueno, acá tenés eso en una lata. 

Si quieren algo diferente a lo que estamos acostumbrados a probar, compren y prueben. Tanto ésta como la otra que degusté son muy parecidas. 
Maíz, porotos blancos, cebada. Safa porque la textura es cremosa y entre tanta sopa líquida esperás comer algo que te haga resistencia al masticar. No es una mala compra pero tampoco me vuelvo loco por volver a probarla.
Ni la compren. Le falta sabor, le falta hasta azúcar al punto de terminar agregándole un poco porque sentía que sólo comía una pasta procesada sin sentido.
Puro chamullo. Te pintan que vas a comer algo verde, como si fuesen arvejas frescas, y resulta ser marrón, apagado, y con una estética que deja mucho que desear.

De sabor regular. No la compraría si no la probé, menos la volvería a comprar. Hay mejores.
Es una de las latitas más ricas que probé. El sabor es intenso, tiene retro gusto un tanto tostado y se siente un dejo a caramelo. Persiste el sabor, cosa que no esperás en este tipo de productos. A mi me gustó bastante.
Otra lata de sopa de maní con sabor a leche, lichi y maníes blanditos. No es gran cosa, sólo te saca del apuro. 
Por prejuzgar el contenido de esta lata terminé dejándola para el final. La verdad, una de las más interesantes, sabrosas pero delicadas y con una mezcla de texturas que la hacen una lata para ser probada, al menos, una vez. 

El hongo (white fungus) es ese hongo con forma de papel celofán arrugado, y con una textura muy similar. Sí, de chico mastiqué una vez papel celofán. 

Es dulce, pero no empalagoso, está suspendido sobre un líquido trasparente y pero bastante denso. Pruébenlo.

 
El Guerrillero Culinario

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4 comentarios:

Ariel Rodríguez dijo...

Uf, prefiero las latas chinas de jugo. A estas sopas no me dieron ganas de probarlas salvo alguna.

¡Muy buena la nota!

Saludos!

xirda dijo...

Buena data para no ensartarse cuando uno va al Bariio Chino y ve todo este tipo de productos.


abrazo grande.

Laura Vitcop- Lic. en psicología trilingue dijo...

Gracias por el coraje! jamás lo hubiese hecho! espero la entrega de jugos! jajajaja
Luli

ojosdevideottape ♥ dijo...

Voy muy seguido al Barrio chino, Los colores de todo lo que vemos en los supermercados me atrapa y puedo pasar horas adentro. Siempre me dio miedo probar esas cosas enlatadas, como así también me preguntaba como es que hacen para tener yogures fuera de la heladera en potecitos de plástico (vaya a saber que proceso tendrán).
Mi cara y entusiasmo ahí adentro me hacen pensar que hago una regresión a los 8 y me pregunto todo el tiempo si los chinos harán el mismo escándalo que yo, cuando pasan por un kiosko acá en Capital Federal!

Saludos! me gustó mucho tu blog