miércoles, 19 de febrero de 2014

(Internacional) ¿Vols menjar en Barcelona? (Parte 2) - Un recorrido catalán, por la calle y por casa

Quizás vengas de la primera parte del relato, o quién sabe hayas caído acá gracias a Google. Lo importante es que llegaste porque te interesa comer. Y si estás buscando comer, éste es el lugar indicado para aterrizar con la lectura que te traslade a otro espacio-tiempo.

Tanto los turistas como los locales muchas veces buscan lugares perdidos entre tanto restaurante lleno de publicidad, recomendaciones y marketing. Es fácil encontrar el lugar de moda, pero no siempre ese lugar es el mejor. Y sin ir más lejos, podemos dejar ese "mejor" de lado para buscar un lugar que sea muy bueno, y ¿por qué no? muy casero...


Saliéndose del centro-centro de Barcelona tenés La Bodegueta de Verdaguer, en Provenza 366 (cerca de la avenida Diagonal). Es un excelente lugar para comer, en lo personal me sorprendió muchísimo. Lo tenía anotado pero como "opcional" entre tantos otros que queríamos visitar. ¿Viste cuando venís caminando hace ya un rato largo y tenés hambre y decidís ir al más cercano?

Si tengo que recomendar algo: dejarse llevar por el menú del día o lo que te recomienden en el bolichito. Es chiquito, se come muy bien y la verdad es que vale la pena pegarse una escapada hasta ahí. Digamos que queda relativamente cerca de la Catedral, por si querés combinar una salida histórica con una gastronomía familiar. Todavía saboreo esa hamburguesa casera y esas papas fritas que estaban fritas A LA PER-FEC-CIÓN!

Nuestra llegada a Barcelona estaba organizada para ir de paseo con Susana Dasca, una catalana amiga de mi gran amigo alemán con quien he disfrutado de muchas experiencias culinarias y fotográficas por Europa.

Hacía mucho tiempo que no me cruzaba a Heiner y ya verlo formaba parte del viaje. Lo veríamos en Berlín unas semanas después así que quedamos con Susana para encontrarnos porque nos iba a llevar de paseo por la ciudad. La vemos, nos saludamos, y nos dice de ir a un bar. Llegamos al bar y yo ya me imaginaba. El alemán estaba ahí esperándonos para darnos un abrazo.

Nunca logré descubrir si Bar Bodega Quimet (en Carrer de Vic, 23) era el mismo al que fue Tony Bourdain. Si no lo fue, pobre chabón. No sabés de lo que te perdiste, Antonito.

Este bodegón elegido por Susana queda en el barrio de Gracia, lo que hoy en día se considera un Palermo Barcelonés, lleno de excelentes lugares para comer. ¡Que grandioso que es este reducto! De espacios reducidos, lleno de gente gritona, apretados, con esa atención a las apuradas que deja mucho que desear, pero con una excelente carta de vinos española y un tapeo mortal que todavía sigue grabado en mis papilas gustativas. Resulta que los españoles agarran un tomate maduro y raspan el tomate en el pan (algunos además le raspan ajo, pero esa ya es una receta de los catalanes separatistas), y con eso vas comiendo las anchoas, los boquerones, las aceitunas, o simplemente te lo mandás al buche como viene y lo bajás con una copita de tinto. 

Recuerdo haber comido desde fuet (una especie de salame picado fino de un espesor de 2 a 3 cm, tipo salchicha parrillera), jamón, quesos, panes, aceitunas, boquerones, anchoas, aceite de oliva tan virgen que ni Jesús hubiera nacido de él, y vino, maridado con charlas, recuerdos, anécdotas y todo eso que hace del momento algo irrepetible, como la naturaleza cuando pinta el cielo con las nubes de forma espontánea, y lográs ver todo ese escenario hermoso que se te guarda en los recuerdos.

No serían los mismos recuerdos si no estaba la gente gritando, el ruido excesivo, los aromas... porque en el fondo creo que ese nivel de dificultad para prestar atención logra acentuar nuestros sentidos para prestarle más interés a lo que, con los años, se va a haber convertido en parte de ese segundo que se pasa frente a tus ojos el día que te morís.

Para reafirmar la unión catalana-argento-alemana decidimos juntarnos en una plaza con un vino argentino y un vino español a picar diferentes cosas. La idea original era llevar 3 vinos argentinos para probar con un gran sommelier de Barcelona, pero los días acotados y las ganas de compartirlos con amigos terminó siendo determinante. Pero para ponerle más energía al asunto nos fuimos a la casa de Susana quien preparó varios platos españoles para picar mientras probábamos los vinos.

Por un lado teníamos unas aceitunas rellenas que compramos en La Boquería, las cuales estaban geniales e iban perfectas con El Enemigo malbec de Ale Vigil. Un vinazo con todas las letras, algo que sentía iba a ser un buen representante del Malbec para estos europeos que tanto acceso a buenos vinos tienen en el continente. 

Seguimos con panes varios, quesos (suelen tener quesos similares a los nuestros, no así como los franceses que aman los quesos hongosos o los italianos que los prefieren picantes y salados), fuet, jamón ibérico, y continuamos con un tres14 Malbec 2010 de Daniel Pi. Cuando le dije que iba para esas tierras a Daniel se le vino toda españa de golpe, amante de la tierra. El vino también resultó ser un golazo. A todo esto el alemán estaba como loco porque no había probado ninguno de los dos y cuando le conté la historia de este vino "du garage" más loco se puso.

Salvo el pulpo a la gallega que compraron los morrones y berenjenas asadas junto con la quiche (tarta) de huevos, hongos, queso y panceta fueron grandes acompañamientos del Pulenta Gran Cabernet Franc, a mi gusto el cabernet franc más intenso que probé hasta ahora, con esa nariz a ajíes vinagre, esa boca picantona en la punta de la lengua, genial como para terminar la noche, y terminar el viaje, demostrando que la comida y la charla alrededor de la mesa, los buenos amigos y los placeres, fijan hasta el más pequeño detalle de los recuerdos...

Quizás la muerte esté esperando, ahí, atenta, a que un día dejes de sentirte pleno de todos tus sentidos... mientras tanto, viví la vida para crear nuevos recuerdos.


El Guerrillero Culinario

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3 comentarios:

mer. dijo...

Uffff Barcelona/cava/pinchos/amor que maravilla.
Me encanta tu blog! Salud!

Los Bonvivant dijo...

Guerrillero, hay dos sitios que se llaman parecido, la Bodega Quimet de Gràcia(de la que hablás en tu post y que recomendamos ampliamente, sus embutidos extremeños son de lo mejor que puedas probar en Barna) y el Quimet y Quimet, del Poble Sec. Nos suena que Bourdain fue al del Poble Sec, un sitio histórico en el barrio con inmejorable calidad de producto, pero un poco caro para el bolsillo de un mileurista promedio. Buen post y buenas recomendaciones. Saludos bonvivantescos!!!
www.losbonvivant.com

Unknown dijo...

Capo! Acabo de agregar todos los lugares a mi mapa para el próximo viaje a Europa que incluye por primera vez Barcelona. Me diste un hambre...