sábado, 15 de junio de 2013

Praga - Un Rockstar con litros de cerveza

Comer barato en Praga es una redundancia. Casi no tiene sentido buscar lugares para comer barato porque, la ciudad es en sí misma barata. Comer bien en Praga o comer rico en Praga tampoco es algo por lo que uno debería preocuparse, porque se come rico y bien en casi toda la ciudad...

Entonces, recalculando, lo que uno debería preguntarse es: ¿Adónde puedo ir a comer de puta madre en Praga?

Ahí me gusta más. Comer de puta madre. Frase con fuerza, con intensidad, con potencia.

Meses antes de decidir el itinerario para las vacaciones ya estaba hablando con el filósofo cervecero de Praga. Algunos argentinos conocen a Max, un porteño que escapó de la crisis de nuestro país para enamorar y "hacerle una piba" a una checa. Para eso los argentinos están mandados a ser.


Resulta que llegamos a Praga y no importaba nada más que comer así que, previos mensajitos, nos organizamos y quedamos que el jueves íbamos a juntarnos en Zlý časy. Llegado el día tomamos la decisión (y muy bien tomada) de ir caminando desde el centro de Praga 1 (donde está todo lo que podés visitar y la mayoría de los hoteles) hasta este bar que queda a unas treinta y tantas cuadras, ya en el distrito Praga 4.

En un principio te puede parece mucho la distancia, pero estando de vacaciones y queriendo recorrer la ciudad no íbamos a usar un transporte público como si fuéramos orientales cámara en mano dentro de un minibus mirando y tomando fotos por la ventana. Soy de los que cree que la ciudad se disfruta gastando la suela del zapato.

La experiencia de adentrarse en Praga y ver los cambios de la fisonomía es altamente recomendable. Podés notar como va mutando la ciudad (y su gente) en la medida que te alejás de la zona más comercial (Praga 1) y vas metiéndote a la Praga barrial, a la parte más checa y menos internacional. Olvidate de comunicarte en inglés con todos, eso sólo te puede resultar fácil en el centro. Acá ya es más complicado porque, al no recibir a turistas, no necesitaron aprender el idioma por los pocos locos que se alejan de los puntos neurálgicos.

Llegamos a Zlý časy (Čestmírova 390/5, Praha 4) y percibí de nuevo esa misma sensación que había sentido la anterior vez que visité el bar: acá me van a quitar los órganos y voy a terminar en una bañera llena agua y hielo... Pero no, era la fachada de un bar por escalera al subsuelo, donde hacía menos calor que el infierno, pero bien merecido lo tenían todos los consumidores de alcohol bajo tierra.

En una mesa estaba Max junto a dos flacos que no tenía idea de quienes eran. Nos sentamos, marchamos birra. Le dije a este hermoso espécimen de argentino/medio-checo/borracho/blogger que quería probar todas las cervezas que valgan la pena probar...

¡como si en Praga existiesen cervezas que no valieran la pena probar!

El tema es que resulta casi imposible hacerle frente a más de 16 grifos de cervezas tiradas. No podía tomar 5 o 6 litros de cerveza, así que fuimos pidiendo y compartiendo los vasos. Técnica implementada a la hora de descubrir la mayor variedad de sabores, aromas y texturas. Si en Argentina compartimos el mate, en las vacaciones compartimos TODO lo que se comía, tomaba, olía o tocaba.

O casi todo.

Cuestión es que probé una cantidad excesiva de cervezas, contadas por veces que fui al baño a cumplir el ciclo de trabajo de mis riñones, y en el medio comí un guiso hermoso que hacen los checos donde la mitad es grasa y la otra mitad, también. El guiso venía con símil panes hervidos que hacen estos centroeuropeos con harina, huevo, leche, pan viejo...

Plato va, plato viene, birra va, birra nueva, y más cerveza, empezamos a hablar con estos dos amigos de Max.

Resultó ser que uno de los pibes era el cantante de una banda de Pop sueca (que al parecer es muy conocida) y estaba ahí porque su idea era conocer como era el funcionamiento de un bar para cuidar y realizar un buen expendio de cerveza. El suequito quería ponerse un bar en su país y quería dedicarse a otra cosa que ser Rockstar.

De repente nos ofrecen ir a otro bar a conocer el funcionamiento interno, así que nos subimos a un taxi porque entre el frío y el alcohol no podíamos caminar más de una cuadra y terminamos en otro bar, que sinceramente no recuerdo el nombre. 

Lo bueno de "presentarse" como un blogger gastronómico es que hasta los checos te hablan como si fueses un dios culinario, cuando no era más que un flaco de vacaciones. Empezamos a bajar escaleras y unos 2 pisos bajo tierra estábamos en un par de cuartos llenos de barriles de cerveza con líneas de distribución de birra armadas y controladas hasta por sensores electrónicos de presión y temperatura. Ahí me di cuenta porqué este sueco se había venido hasta la Europa emergente para aprender como se conserva la cerveza.

Todavía nos faltaba algo. Cómo se tira la cerveza.

Al parecer tirar cerveza no es una boludez y no todos saben hacerlo. Con el cansancio hepático que tenía mucho no me interesaba ver como era que tiraban cerveza, pero sí probar la que ofrecían en el bar, así que me hice el interesado y vi como servían el vaso que terminé disfrutando.

La cerveza estaba buenísima, como ese abrazo que nos dimos con Max y los suecos, quienes dejaban de ser un poco europeos para acercarse a esa forma cariñosa que tenemos los argentinos de decir: muchas gracias amigo, me hiciste pasar un momento de puta madre, como la comida de Praga.


 
El Guerrillero Culinario

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4 comentarios:

Ariel Rodríguez dijo...

¡Muy buena la nota, me enganché a pesar de que mis vacaciones están algo lejos de Praga!
Viendo esos vasos y barras se ratifica la idea de lo lejos que estamos en materia de cerveza los argentinos.

Saludos

Anónimo dijo...

Casi me muero comiendo un guiso de esos hace un par de años en Praga!, ahi probe un vino de sidra (creo que asi se llamaba)estaba buenisimo.p

Ema dijo...

Por primera vez en mis 23 años voy a salir de la Argentina para vivir 6 meses en Europa. Mi pregunta es ¿Cómo corchos te manejas en esos barrios de Praga con el idioma? ¿Siempre fuiste con alguien que sabía Checo o conociendo un poco y haciendo señas alcanza?
Saludos y muy bueno el blog.

Guerrillero Culinario dijo...

Hola Ema! Felicitaciones por tu futuro viaje. El tema del idioma es relativo a cada uno. Quizás con señas y ganas vas a hacerte entender. Es un país muy básico y ka gente en general es muy buena. Yo no me preocuparía pero iría con los datos de lugares y transportes anotados especialmente el hotel si pensás ir a un lugar alejado del centro.